Una explicación de la belleza

(Bi No Setsumei) 説明

Nishida Kitarô [1]

Traducción y notas de Montse Crespín


Versión inglesa

 

¿Qué es la belleza? Si nos preguntamos sobre ella desde su aspecto emotivo, el sentido que tiene la belleza no es otro que el de ser un tipo de placer. Hasta Burke, los psicologicistas ingleses habían enfatizado que la belleza es algo que nos da una sensación de placer y que la sensación de la belleza es idéntica al placer egoísta. Aunque esta explicación es cierta en algún sentido, no es adecuada como definición de la belleza. La sensación de belleza es placentera, pero su reverso no siempre es verdad. Todos estaríamos de acuerdo en que sin importar cuánto placer nos comportan cosas como la fama, la salud, la bebida o la comida, éstas no pueden ser consideradas todas ellas como placeres estéticos. Recientemente, un hombre llamado Marshall ha escrito un libro titulado Pain, Pleasure and Aesthetics, que explica con detalle la belleza considerada como un tipo de placer. De acuerdo con el argumento de Marshall, el placer estético no queda sólo limitado al momento en que se siente, sino que vuelve a disfrutarse en el mismo sentido cuando lo rememoramos. En pocas palabras, es placer estable. Aunque puedo aceptar que la explicación de Marshall concuerda bastante con los hechos, fundamentalmente no es diferente de los planteamientos previos sobre la cuestión. No puedo aceptar como una explicación completa la teoría que expone que la característica especial de la belleza se encuentra simplemente en ser placer estable, o que esta teoría puede explicar a fondo la naturaleza de la belleza.

Así pues, ¿cuáles son las características de ese tipo de placer que hace surgir la sensación de belleza?. ¿Cuál es la característica especial de la sensación de la belleza?. De acuerdo con las explicaciones dadas por parte del Idealismo alemán desde Kant, la sensación de belleza es el placer separado del ego. Es un placer momentáneo, cuando uno olvida su propio interés o intereses del tipo ganancia o pérdida, ventaja o desventaja. Sólo este tipo de muga es el elemento esencial de la belleza; cuando este elemento falta, no importa qué tipo de placer se haya experimentado, puesto que no surgirá de él este sentido de belleza. Hace mucho alguien expresó el deseo de "ver la luna del exilio, si bien culpable de ningún crimen", que expresa muy bien el problema. Incluso si un hombre es un artista de mucha genialidad, nadie que se proponga serlo de corazón llega a ser un gran maestro. Sin embargo, como contraste, cuando no estamos restringidos por el pensamiento del yo, no sólo aparece el sentimiento de la belleza, sino que todo lo que originariamente nos descontentaba cambia completamente y nos produce placer estético. Es por esa razón que cuando sentimos más y más profundamente el placer estético al leer un poema triste, experimentamos más y más odio o pena por lo que es odioso o triste. El hombre que no sólo se aleja de los problemas externos sino que se divorcia completamente de cualquier pensamiento "interesado", consigue el punto mismo donde todo en la vida tiene ese sentido de belleza. "El lugar hacia donde va el hombre virtuoso siempre es gozoso". Así pues, si quieres obtener el verdadero sentido de la belleza, debes confrontar las cosas desde el estado puro de muga. El sentido de la belleza surge a través de esta condición esencial, conocida como la "inspiración divina" en el arte.

Si el sentido de la belleza es lo que se ha descrito anteriormente, ¿qué es lo que lo produce?. En otras palabras, ¿qué es a lo que nos referimos cuando hablamos de belleza?. Todos estarán de acuerdo en que la belleza es "verdad", que es algo que viene a existir en una realidad ideal. Sin embargo, como fue propuesto por Baumgarten dentro de la escuela leibnitziana, la verdad y los ideales que conforman la belleza no se pueden ver desde la misma perspectiva con la que miramos a la verdad y los ideales lógicos. Si se dijera que son idénticos, entonces un mapa de anatomía ocuparía el lugar más alto del arte, y esto es bastante ridículo. La verdad que subyace en la belleza no se obtiene por la facultad de pensamiento, sino que es verdad intuitiva. Como ya se ha mencionado acerca del mundo de muga, es un tipo de verdad que aparece en un estímulo repentino que surge de lo más profundo de nuestro corazón. La razón por la cual sentimos ese tipo de verdad y simpatizamos con fuerza al leer el soliloquio de Hamlet no es porque las palabras de Hamlet concuerden con teorías psicológicas. Es porque toca las cuerdas de nuestro corazón. Este tipo de verdad no puede ser expresada con palabras. Más bien es el "secreto abierto" (offenes Geheimnis) de Goethe.

De vez en cuando la gente inútilmente estima la verdad lógica y rechaza la verdad intuitiva como mero capricho de poetas. Sin embargo, en mi opinión, llegamos a esta verdad intuitiva cuando nos hemos separado del "yo" y llegamos a ser uno con las cosas mismas. En otras palabras, es la verdad vista con los ojos de Dios. Dado que este tipo de verdad intuitiva penetra en los secretos profundos del universo, es mucho más profunda e importante que la verdad lógica obtenida mediante el pensamiento ordinario y la diferenciación. Incluso si algún día los estudiantes dejan de tener interés por las filosofías de Kant y Hegel, ¿acaso no continuarán siendo espejos del corazón humano las obras de Goethe y Shakespeare?.

Si debemos resumir lo anteriormente expuesto, el sentimiento de belleza es el sentimiento de muga. La belleza que evoca este sentimiento de muga es la verdad intuitiva que trasciende la diferenciación intelectual. Esta es la razón por la que la belleza es sublime. En relación a este punto, la belleza puede ser explicada como el abandono del mundo de la diferenciación y el llegar a ser uno con el Gran camino de muga;y este camino es, de este modo, del mismo tipo que el camino de la religión. La única diferencia está en el grado de profundidad y superficie, entre lo grande y lo pequeño. El muga de la belleza es el muga del momento, donde el muga de la religión es eterno muga. Si bien la moral también se deriva del Gran Camino de muga, aún pertenece al mundo de la diferenciación, porque la idea de deber que es la idea esencial de la moral se construye sobre la distinción entre el "yo" y "el otro", la bondad y la maldad. No llega aún a los caminos sublimes de la religión y el arte. Sin embargo, cuando se practica la moral durante años, finalmente se consigue llegar al nivel que Confucio describió como "ir a bañarse al río Yi y disfrutar la brisa en el Altar de la Lluvia, y después volver a casa cantando poesía". En otras palabras, cuando la moral avanza y entra en la religión, ya no hay diferencia entre ambas.

Nishida Kitarõ (1870-1945), considerado el primer filósofo japonés que intentó sintetizar la filosofía occidental dentro de la tradición oriental. A partir de su figura surge la llamada Escuela de Kyoto. "Bi no Setsumei" se escribe en el año 1900 y como señala Steve Odin en la introducción previa a la traducción del texto tiene como interés esencial el ser el único texto (disponible) que escribe Nishida durante los años que van del 1899-1909 cuando es profesor de escuela secundaria en Yamaguchi y a la vez practica la meditación Zen con intensidad. Para una introducción a Nishida Kitarõ, véase la entrada Nishida Kitarõ, escrita por Takeuchi Yoshinori, en Encyclopaedia Britannica.

Edmund Burke escribió su influyente tratado sobre estética, A Philosophical Inquiry into the Origin of Our Ideas of the Sublime and the Beautiful, en 1735.

Henry Rutgers Marshall desarrolló su teoría de la belleza como "placer estable" en la obra Pain, Pleasure and Aesthetics, Macmillan, London, 1895. Le siguió la obra Aesthetic Principles, Macmillan, 1895, y, The Beautiful, Macmillan, 1924. Nishida se refiere a la primera de las obras donde Marshall escribió: "Aquellos placeres de los que podemos decir que son estéticos lo son (relativamente hablando) como placenteros permanentemente en la memoria". Mientras que las sensaciones ordinarias placenteras rápidamente pasan por la saciedad de los apetitos psicológicos, la belleza del arte produce una relativa permanencia o un placer estable que no se sacia cuando se disfruta. Como escribe Marshall: "La belleza es relativamente estable, o es placer real... Decimos de un objeto que es bello porque siempre parece producir placer en la impresión que nos causa o en la reminiscencia que queda en su contemplación" (The Beautiful). Es significativo que en el Capítulo quinto, "Beauty and Pleasure" de la misma obra, Marshall distingue claramente su punto de vista de la teoría desarrollada por Grant Allen en la obra Physiological Aesthetics, 1877, que simplemente identifica belleza con placer sensitivo. Desde aquí, Marshall enfatiza que la belleza es un tipo especial de placer, un tipo de placer que es relativamente estable.

Kant hizo famosa la noción de que todo juicio estético sobre lo bello en cuestión de gusto recae en su actitud de "desinterés". "Gusto es la facultad de juzgar un objeto o una representación mediante una satisfacción o un descontento, sin interés alguno. El objeto de semejante satisfacción llámase bello". (Immanuel Kant, Crítica del Juicio, Primera Sección, Primer Libro, Analítica de lo Bello, sección 5ª, Traducción de Manuel García Morente, Madrid: Espasa Calpe, 2001, p. 141).

Steve Odin deja sin traducir al inglés la noción de muga que se compone de dos kanjis, el kanji mu que significa nada y el kanji ga que significa ego, yo. Si nos aventuramos a traducir al castellano dicha noción muga (無我 ) la traducción más cercana podría ser la equivalente a no-yo ( en el sentido del anãtman de la tradición budista) o, como sugiere Odin, incluso con la palabra "éxtasis" como salir fuera de sí. Por tanto, a lo largo del texto se seguirá sin traducir la misma para evitar la reproducción innecesaria de conceptos que ya quedan expresados en la expresión japonesa.

Una enunciación hecha por Minamoto Akimoto (1000-1047) y citada por Kenkõ en su clásico Tsurezuregusa escrito entre 1330 y 1332. "Akimoto, el consejero medio, una vez habló del deseo de "ver la luna del exilio aunque culpable de ningún crimen". (Donald Keene, Tr., Essays in Idleness: The Tsurezuregusa of Kenkõ, Columbia U.P., 1967, p. 6).

El origen de esta cita es desconocido.

Alexander Gottlieb Baumgarten, 1714-1762, fue el primero que acuñó el término "estética" para designar una rama especial del conocimiento filosófico en sus Meditationes Philosophicae de Nonullis ad Poema Pertinentibus, 1735.

El concepto alemán offenes Geheimnis ("secreto abierto" o "misterio abierto") está expresado por Goethe como sigue: "Él para quien la Naturaleza empieza a desvelar su abierto secreto siente un anhelo irresistible por su más valioso intérprete, el arte" (citado de Karl Vietor, Goethe, The Thinker, Harvard U.P., 1950, p. 179).

"Al final de la primavera, después de que las ropas primaverales se hayan renovado, me gustaría, junto a cinco o seis adultos y seis o siete jóvenes, ir a bañarme al río Yi y disfrutar la brisa en el altar de la Lluvia, y luego volver a casa cantando poesía". D.C. Lau, tr., Confucius: The Analects, Londres-Middlesex:: Penguin, Middlesex, 1979, p. 111. Este verso ilustra la libertad y felicidad espirituales de la sabiduría confuciana de quien sigue el camino de la virtud moral.